Personajes

Alfonso Diez

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Los cabos sueltos en el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu

 

Funcionarios federales de Estados Unidos acaban de revelar que Mario Ruiz Massieu no se suicidó el 15 de septiembre de 1999, como ellos mismos habían hecho creer. Hicieron un trato con él y quedó en calidad de testigo protegido, pero el pasado 21 de febrero de este 2008 le perdieron la pista en San Antonio, Texas, donde vivía. Investigan ahora si cruzó la frontera a México, si se trasladó al estado de Guerrero, o si se comunica con alguno de sus familiares o amigos.

Tal revelación obliga a replantear las investigaciones en torno a los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y del hermano de Mario, José Francisco. Ambas ejecuciones fueron realizadas en 1994, el 23 de marzo la del primero y el 28 de septiembre la de Ruiz Massieu. Pudieran estar relacionadas.

Cuando su hermano fue asesinado, Mario era subprocurador general de la República y el presidente Carlos Salinas de Gortari lo nombró Fiscal Especial para que se hiciera cargo de las investigaciones del crimen, pero de manera inexplicable el nuevo fiscal se dedicó a torcer las declaraciones del asesino y de sus cómplices, para proteger al que señalaban como autor intelectual, Raúl Salinas de Gortari, hermano del presidente.

Intentó culpar a diversos políticos para que el homicidio pareciera una pugna por el poder, pero fue descubierto tras renunciar a la fiscalía el 23 de noviembre de 1994. Huyó hacia Estados Unidos, donde fue detenido por no declarar cincuenta mil dólares que llevaba consigo y procesado por lavado de dinero. Había depositado en cuentas bancarias de aquel país más de nueve millones de dólares, con la ayuda del visitador general de la procuraduría, Jorge Anastasio Stergios Gómez, quien en la actualidad es prófugo de la justicia.

El mismo día del asesinato de su hermano, Mario depositó con la ayuda de Stergios 400 mil dólares en el Texas Comerse Bank. ¿Coincidencia?. Según algunas fuentes, como la publicación por internet ossante.blogspot.com, Carlos Salinas regaló al subprocurador una residencia en el Pedregal, en la Ciudad de México, con valor de dos millones de dólares. Ninguno de los dos hechos ha sido explicado.

La confesión de Raúl

José Francisco Ruiz Massieu estuvo casado con Adriana Salinas de Gortari y meses después del asesinato, Raúl fue detenido y encarcelado en la cárcel de Almoloya, en el Estado de México El 10 de octubre de 2,000, Carlos Salinas de Gortari concedió una entrevista a Zona abierta, de la cadena Televisa. El ex presidente lanzó varias acusaciones contra su hermano Raúl, afirmó que estaba involucrado en negocios sucios. La respuesta no se hizo esperar. Aquella misma noche, el Noticiero de Televisa difundió una conversación telefónica grabada entre Raúl, en la cárcel, y su hermana Adriana, en la que aquél se mostraba enojado por las declaraciones de su hermano. "No me gustó nada", decía al referirse a la entrevista, "porque no me ayuda en nada a mi defensa; al contrario, me la dificulta, me la tropieza. Yo tengo un par de años haciendo un gran esfuerzo, insistiendo en que los fondos son lícitos y con las manifestaciones que hizo Carlos pues me reprobó moralmente esta posición".

A medida que avanzaba la conversación telefónica los ánimos de Raúl subieron de tono y empezaron las amenazas: "Todo lo voy a aclarar; de dónde salieron los fondos, quién era el intermediario, para qué eran y dónde fueron. Porque creo que la sociedad merece una aclaración completa". Más adelante, Raúl advertía: "Y voy a decir qué fondos salieron del erario público, para que se devuelvan. Yo creo que con eso la sociedad sí quedará contenta".

"... Todo, todo voy a decir, Adriana, pero es una cobardía de Carlos atacarme públicamente. Es una cobardía y una traición de hermano", prosigue Raúl Salinas.

"No te atacó...", interrumpe Adriana.

"Me está atacando, porque él supo de todos los movimientos, todos los fondos", dice Raúl.

"Es una mentira tuya", replica la hermana.

En el punto más álgido de la conversación, Raúl dispara con toda su artillería verbal: "Es una cobardía gigantesca de Carlos estarme mandando recados con Juan José (hijo de Raúl) de que le mande el dinero, porque el dinero es de él, y venir a decir que él no sabía nada...". En este punto el diálogo quedó interrumpido. La Fiscalía certificó que la grabación era auténtica.

Todo por aclarar

1.- La policía suiza congeló las cuentas de Raúl en aquel país y en un expediente de 369 páginas da cuenta de que éste era poseedor de más de 500 millones de dólares cuya procedencia no había sido aclarada, pero que probablemente era producto de sobornos y de lavado de dinero durante la administración de su hermano. A la fecha, los fondos no han sido devueltos, pero con seguridad se hará por falta de resultados en la investigación correspondiente. La partida secreta del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari fue de 854 millones de dólares, pero éste nunca aclaró en qué gastó ese dinero porque no estaba obligado a hacerlo.

2.- Además del dinero en Suiza, a Raúl se le han detectado 123 propiedades, 37 en el extranjero y 86 en México, sin que hasta la fecha haya explicado satisfactoriamente cómo obtuvo el dinero para comprarlas.

3.- María Bernal, ex amante de Raúl, publicó un libro en el que lo delata afirmando que éste le dijo que quería deshacerse de José Francisco, su ex cuñado, y que al poco tiempo de tal confidencia se enteró del asesinato.

4.- De acuerdo con los testimonios que hay en el expediente de la procuraduría, las partidas de dinero para pagar a los asesinos las entregaba Justo Ceja Martínez, secretario particular del presidente Salinas; sin embargo, éste ni siquiera fue interrogado al respecto, porque fue de los primeros en fugarse y a la fecha continúa prófugo.

5.-  El contador de Raúl, Juan Manuel Gómez, fue aprehendido, pero al salir en libertad bajo fianza escapó y permanece prófugo.

6.- Manuel Muñoz Rocha, señalado como autor intelectual del crimen, junto con Raúl Salinas de Gortari, se refugió después del asesinato en casa del doctor Manuel Espinosa Milo, en Pachuca, Hidalgo. A éste le dijo que le urgía hablar con Raúl y le pidió permiso para utilizar su teléfono, de donde hizo varias llamadas para localizarlo. Para acudir a la cita con el hermano del entonces presidente Salinas, en su casa de Paseo de la Reforma 1795, le pidió al doctor Espinosa Milo que lo llevara en su auto (del doctor), un modelo Jetta con placas del estado de Hidalgo.

Ya en la Ciudad de México, Muñoz Rocha dejó al doctor en el restaurante Excellence, ubicado en Prado Sur, a la vuelta de la casa de Raúl y le pidió que lo esperara, pero aunque Espinosa Milo permaneció ahí por más de seis horas, Muñoz nunca regresó. Las llamadas de Pachuca a casa de Raúl están registradas en los recibos proporcionados por Telmex.

7.- Refiere Juan Manuel Venegas, reportero del periódico La Jornada, que uno de los militares asignados a la guardia personal de Raúl, el mayor Antonio Chávez Ramírez, declaró en la procuraduría, que el 29 de septiembre de 1994, entre las 9 y las 10 de la mañana, cuando Raúl Salinas estaba por salir de su casa de “Reforma 1765”, Ofelia Calvo, secretaria privada de su esposa Paulina, le dijo: ``oye Raúl, tienes llamada de Manuel Muñoz Rocha''.

Al requerimiento de Calvo, también sujeta a una investigación, Salinas ``se volvió molesto y le indicó que le dijera (a Muñoz Rocha) que no le llamara a su casa''.

Dice Chávez que no se percató si Salinas contestó o no la llamada, pero sí alcanzó a oír el comentario del sargento Noé Hernández Neri recordándole a su jefe que ``esa persona (Muñoz) había hablado la noche anterior''.

Posteriormente, entre las 10 y las 11 de la mañana, Raúl y su esposa Paulina fueron a la casa de Adriana Salinas de Gortari, donde permanecieron hasta las 13:30 horas, aproximadamente, y regresaron a su domicilio ``entre las 14 y las 14:30 horas''.

Todavía el día 29 de septiembre, ya casi a las 12 de la noche, Salinas le pidió al mayor Chávez Ramírez que lo acompañara y ambos salieron a bordo de una camioneta Cherokee.

El militar recordó: ``tomó la calle de Apalaches de sur a norte, cruzando Alpes y dando vuelta por el otro lado de la barranca, a la altura de Sierra Tarahumara; regresó por la calle de Alpes y una vez estando a la altura nuevamente de Montes Apalaches y Alpes, Salinas detuvo la camioneta detrás de un vehículo marca Jetta, color blanco, que se encontraba estacionado sobre Alpes''.

En ese momento, Salinas le indicó a Chávez en forma textual: ``tenga estas llaves, llévese ese vehículo y me sigue, pero póngase esto en las manos''. Raúl le ofrecía a su jefe de escoltas un par de calcetas cortas, de color claro, y le indicó que ``no se fijara en el número de placas del vehículo Jetta''.

De acuerdo con esta declaración, ese vehículo era el mismo en que Manuel Muñoz Rocha y su compadre Manuel Espinosa Milo se trasladaron de Pachuca al Distrito Federal, pues a pesar de que el mayor siguió las instrucciones de su jefe, ``sí se percató de que eran placas del estado de Hidalgo''.

Chávez condujo el Jetta hasta la calle de Palo Alto, ``a unas tres o cuatro cuadras del Deportivo del Estado Mayor Presidencial''. Ahí lo dejó e inmediatamente abordó la Cherokee de Raúl, y le entregó las llaves y las calcetas que utilizó como guantes.

Al paso del tiempo, cuando la policía encontró el vehículo y él se enteró de que el Jetta era de Espinosa Milo y que ahí había viajado Muñoz Rocha, al mayor Chávez ``lo invadió un gran temor, pues dedujo que su jefe estaba involucrado en el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu y en la desaparición de Manuel Muñoz Rocha''.

Conclusiones

A pesar de los señalamientos directos y de las pruebas en contra de Raúl Salinas de Gortari como autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, éste salió libre tras diez años en prisión porque un juez consideró que faltaban elementos para mantenerlo en prisión.

Raúl confesó en la conversación con Adriana que parte del dinero que tenía era del erario público y a pesar de eso no se ha dado un solo paso en su contra ni en contra del ex presidente.

Paulina Castañón, la esposa de Raúl, recién acudió a denunciarlo a la Agencia del Ministerio Público por golpes y maltratos y dice que no regresara a la casa de Paseo de la Reforma, por el temor que le tiene. La pareja está en proceso de divorcio.

Y Mario Ruiz Massieu, volvemos a él, sigue vivo y nuevamente prófugo. ¿Qué reveló para obtener la calidad de testigo protegido? ¿Por qué dejó tal calidad y huyó?

No sólo protegió a Raúl Salinas, sino que se dedicó a ensalzar al presidente y ahora queda la pregunta: ¿Por qué evitar que se aclarara el asesinato de su hermano? ¿Por el dinero y la casa recibidos? ¿Para evitar ser perseguido por el dinero “sucio” depositado en Estados Unidos a su nombre?

Sus maniobras lo convirtieron en encubridor, ¿Fue también cómplice del asesinato de su propio hermano? Cuesta trabajo creerlo, pero de no ser así, ¿Qué lo impulsó a actuar como lo hizo?

El expediente de la investigación del asesinato consta de miles de páginas. Hay desde luego muchos otros cabos sueltos.

¿Qué hace falta para que retomen la averiguación? ¿Nadie va a hacer nada para castigar a los responsables?

¿Y Mario Ruiz Massieu, Jorge Stergios, Manuel Muñoz Rocha, Justo Ceja y Juan Manuel Gómez dónde están?

¿Alguien los busca todavía?

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